El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, pidió este martes al Consejo de Seguridad de la ONU, la aprobación de una resolución que rechace las “amenazas y el uso de la fuerza” con el país petrolero, en respuesta a las acciones que ha dado a conocer Estados Unidos.
Arreaza denunció unos preparativos por parte de EE.UU para presuntamente intervenir militarmente a Venezuela, por lo que hizo un llamado al máximo órgano de decisión de las Naciones Unidas a pronunciarse para que “se descarte esa opción por completo”.
“Pedimos que puedan acordar y suscribir una resolución rechazando la amenaza y el uso de la fuerza” contra Venezuela, señaló durante el discurso de más de media hora ante el Consejo de Seguridad.
Arreaza mostró al Consejo de Seguridad fotografías de los choques, asegurando que demostraban ataques por parte de manifestantes que llegaban desde Colombia junto a los camiones con ayuda.
“Nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, nuestra Policía Nacional Bolivariana pudo contenerla sin el uso de ningún tipo de fuerza letal”, aseveró, subrayando que la mayoría de los heridos fueron miembros de las fuerzas del orden.
Además, culpó a los opositores del incendio de camiones con ayuda en la frontera colombiana y aseguró que, cuando las fuerzas del orden los inspeccionaron después, encontraron en los vehículos no sólo alimentos sino también alambres y clavos utilizados para crear barricadas y armas.
Respecto a la muerte de cuatro personas en la frontera con Brasil, el canciller aseguró que las autoridades están investigando lo ocurrido.
En su larga intervención, Arreaza arremetió contra Estados Unidos, contra la Unión Europea (UE) y contra varios países latinoamericanos por respaldar al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.
Según el titular de Exteriores, sin embargo, ese “golpe de Estado” ha “fracasado”.
Así se lo dijo directamente al enviado de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, que representó a Estados Unidos en la reunión del Consejo de Seguridad.
“Lea mis labios. Fracasó”, le insistió en inglés.
En tanto, Estados Unidos anunció que pedirá en la ONU el ingreso de ayuda humanitaria extranjera en Venezuela, al aumentar su apuesta diplomática para forzar la caída del régimen “corrupto” e “incompetente” de Nicolás Maduro.
“Mientras los venezolanos eran baleados y golpeados y asesinados cuando intentaban ingresar alimentos y medicinas a su país, Maduro literalmente bailaba en Caracas”, dijo el representante estadounidense Elliott Abrams en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU convocada por Washington.
Abrams dijo que el gobierno de Maduro es “corrupto, fraudulento e incompetente” y pidió a los Estados miembro de la ONU que lo presionen “para que salga del poder de manera pacífica”.
Sin evocar la posibilidad de una opción militar, informó a la prensa que Estados Unidos piensa someter a votación esta semana en el Consejo un proyecto de resolución que exige “admitir la ayuda humanitaria en Venezuela”, aunque posiblemente sea vetado por Rusia y China, que apoyan a Maduro.
“Sería vergonzoso que se vetara una resolución que pide ayuda humanitaria”, dijo Abrams.
Las resoluciones del Consejo, que son vinculantes, deben obtener nueve votos para ser aprobadas y ningún veto de los cinco miembros permanentes (Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos).
Venezuela vive una situación de inestabilidad política desde el 10 de enero, cuando Nicolás Maduro volvió a tomar posesión del cargo de presidente tras imponerse en las elecciones de mayo pasado, no reconocidas por parte de la comunidad internacional y por la oposición.
El 23 de enero Juan Guaidó invocó varios artículos de la Constitución venezolana para defender que, como jefe del Parlamento, podía declararse presidente interino del país al considerar “ilegítima” la toma de posesión de Maduro.
EV Houston Newspaper / EFE / AFP