Un grupo de personas demandó a Apple y Samsung en California (EE.UU.), fundamentando que sus teléfonos móviles incumplen estándares de radiación máxima y ponen en riesgo la salud.
Según indica dicha denuncia, estos teléfonos exponen a los usuarios a emisiones de radiofrecuencia que exceden un 500 por ciento los límites impuestos por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés). Los demandantes explican que estas emisiones provocan “un mayor riesgo de cáncer” y otra serie de efectos nocivos, incluidos daños genéticos, cambios en el sistema reproductivo, y trastornos neurológicos.
Dentro de la denuncia aclaran que aunque ellos no sufrieran alguna enfermedad o dolencia producto del uso de estos teléfonos, buscan remuneración de parte de esas empresas por incurrir en delitos como negligencia, incumplimiento de garantía, fraude al consumidor y enriquecimiento injusto.