La administración del presidente Donald Trump revocó el plan de Obama para reducir emisión de centrales térmicas alimentadas a carbón, y presentó un nuevo plan anti-CO2 que consideran mucho más permisivo.
Esto lo anunció el director de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, en inglés), Andrew Wheeler, describiendo que su nueva iniciativa se limita a incentivar la eficiencia de este tipo de centrales de generación eléctrica para facilitar su mayor longevidad y otorga a los estados discreción para determinar sus objetivos de emisiones.
“Con este plan impulsaremos nuevas tecnologías que pueden asegurar que las centrales térmicas de carbón serán parte de nuestro futuro limpio”, indicó Wheeler al realizar el anuncio formal.
Del mismo modo, señaló al realizar dicho anuncio que con esta normativa se pondría fin a la “guerra al carbón” lanzada por Barack Obama.