48.000 trabajadores de las plantas de General Motors se declararon en huelga luego que las conversaciones entre el gigante automovilístico y el sindicato sobre las condiciones de los contratos terminaran en un punto muerto.
Quien informó sobre la huelga fue el sindicato estadounidense del sector automovilístico United Auto Workers (UAW). Según los representantes del sindicato, estaba programado que la huelga comenzara la medianoche del lunes a menos que se pudiera llegar a un acuerdo en las negociaciones con la empresa.
La UAW afirma que su interés es garantizar salarios justos, atención médica asequible y una mejor seguridad laboral, entre otras reivindicaciones para los empleados de la compañía.
Por su parte, General Motors aseveró que ofreció crear más de 5.400 empleos, invertir 7.000 millones de dólares adicionales e implementar planes mejorados para compartir beneficios, así como mejoras en las prestaciones sanitarias.
“Hemos negociado de buena fe y con sentido de urgencia. Nuestro objetivo sigue siendo construir un futuro sólido para nuestros empleados y nuestro negocio”, indicó la empresa.