Texas, estado donde la participación electoral se encontraba en cifras promedio, se superó a si misma para las elecciones de este 6 de noviembre, contando con más de 15 millones y medio de personas registrándose para votar.
Según informes del Texas Tribune, se emitieron más de 4.5 millones de boletas tempranas y casi 370,000 se enviaron por correo en sus boletas electorales durante el período de votación anticipada de 12 días de Texas .
Dentro de los 30 condados de Texas donde vive el 78 por ciento de los votantes registrados del estado , el 40 por ciento de los 12.3 millones de votantes registrados en esos condados ya han emitido sus votos.
Este gran porcentaje de votantes, abarca en gran parte a latinos, quiénes se encuentran apáticos ante las políticas migrantes integradas por los republicanos y la administración Trump. Entre estas personas también se encuentran jóvenes, cuyos intereses comprenden la renovación del congreso, que se encuentra en poder del partido republicano.
Dicho hecho representa una desventaja a los republicanos, puesto que para estas elecciones, activistas demócratas aseguran ver una nueva energía que no se observaba desde Barack Obama, con votantes llenos de esperanza para cambiar la historia, mayormente en Texas, un estado caracterizado por ser republicano.
El hombre que podría cambiar el rumbo de Texas, es el candidato Beto O’ Rouke, quién se ha convertido en la segunda figura más mediática de estas elecciones a nivel nacional, solo por detrás del presidente. Nunca ha ido por delante en las encuestas pero ha llegado a estar extremadamente cerca del republicano, Ted Cruz.