El primer ministro de Francia, Edouard Philippe, anunció una suspensión del aumento al impuesto de los carburantes, al menos durante seis meses, con el fin de poder restaurar el orden público.
Philippe, declaró en un discurso televisado, que el objetivo del gobierno francés con esta propuesta es calmar las protestas de los chalecos amarillos, puesto que lo importante es trabajar para apaciguar la crisis social que la nación presenta. Asimismo, señaló que ningún impuesto debería poner en peligro la unidad de la nación y que la violencia debe parar.
Agregó que el aumento de impuestos no se dará hasta que se abra un diálogo nacional entre todos los interesados. Igualmente, prometió que aumentará el salario mínimo en un 3% el próximo año, con el fin de poder mejorar los estándares de vida.