Este martes unas 200.000 personas salieron a las calles de Cataluña como medida de protesta por el encarcelamiento de dos de los más influyentes líderes independentistas acusados de sedición por la justicia, en medio de una crisis entre el gobierno regional y el central.
El Tribunal Constitucional anuló de forma definitiva la ley catalana por la que se convocó el referéndum de independencia del 1 de octubre, momento en el que se desbocaron los acontecimientos que han sumido a España en la peor crisis política de los últimos 40 años.
Al mediodía, miles de empleados abandonaron sus puestos de trabajo en Barcelona y otras localidades catalanas para exigir en silencio “la liberación de los presos políticos”, en referencia a Jordi Cuixart, presidente de la asociación Omnium Cultural, y de Jordi Sánchez, de la Asamblea Nacional Catalana (ANC).
En la plaza barcelonesa de Sant Jaume, el presidente catalán Carles Puigdemont y parte de su gobierno se unieron a los manifestantes, que gritaban “libertad”, “independencia” y “la represión no es la solución”.
El ayuntamiento de Barcelona suspendió sus actividades hasta el jueves “en solidaridad” con los detenidos, así lo dio a conocer la alcaldesa Ada Colau.
Las próximas 48 horas son cruciales para saber el futuro que tendrá el conflicto entre los ejecutivos de Madrid y los de Barcelona.
Este martes por la noche, una manifestación con velas recorrerá una de las principales avenidas de Barcelona, la Diagonal. Además, Omnium y ANC convocaron una gran manifestación para el sábado a las 17H00 en la ciudad.
EV Houston Newspaper / Foto: EFE