El ataque, uno de los más violentos contra esta zona en donde hay numerosas embajadas, se llevó a cabo en hora pica y con grandes medios.
“La explosión causada por una cisterna de agua que contenía más de una tonelada y media de explosivos. Dejó un cráter de 7 metros de profundidad”, aseguró una fuente en Kabul.
La carga explosiva del camión fue accionada por un kamikaze hacia las 08H30 locales (12:30 am en Houston), según el ministerio de Interior.
La explosión provocó una potente onda expansiva que causó numerosos daños en los alrededores, según imágenes aéreas difundidas por el canal afgano Tolo.
Hasta el momento el ataque no ha sido reivindicado, y de momento no se conoce bien cuál era el objetivo del ataque. Sin embargo, la embajada estadounidense en Kabul informó que la explosión se produjo “cerca de la embajada de Alemania (…) una calle frecuentada”.
Los talibanes, que anunciaron a finales de abril el inicio de su “ofensiva de primavera”, afirmaron a través de Twitter no estar implicados en el atentado de Kabul, y el cual han condenado “con firmeza”.
La organización yihadista Estado Islámico, autora de varios atentados sangrientos en Kabul en los últimos meses, no se ha pronunciado.
El balance hasta el momento alcanza 80 muertos y 300 heridos, entre ellos mujeres y niños, pero la cifra podría agravarse ya que todavía se siguen extrayendo cuerpos de los escombros.
Entre las víctimas figura un guardia afgano de la embajada de Alemania y un chofer, también afgano, de la BBC, también un periodista del canal afgano Tolo. Empleados de esa embajada y 4 periodistas de la BBC resultaron heridos.
La explosión fue tan fuerte que sacudió una gran parte de la ciudad. Frente a la emergencia el gobierno ha pedido a la población que done sangre en los hospitales.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE