Clinton aseguró que hay que “repartir los beneficios de las empresas, no solo para sus altos ejecutivos” y destacó que “la cuestión central de estas elecciones es qué tipo de país” será EE.UU. en el futuro.
Por lo que aprovechó el momento para acusar a su rival, el republicano, Donadl Trump, de ser uno de los empresarios inmobiliarios que se benefició de la crisis económica que azotó a Estados Unidos en el año 2008.
Sin embargo, el magnate evadió la respuesta de la ex secretaria de Estado, y mencionó a México en la primera frase con el fin de orientar la discusión hacia la fuga de empresas de EE.UU. buscando abaratar costes instalándose en otros países.
Aunque, la nación oriental también se llevó lo suyo, China fue el segundo país que mencionó Trump, y al que también culpó de la pérdida de empleos en estados del cinturón industrial de Estados Unidos, como Ohio y Michigan.
“Tenemos que impedir que las empresas dejen (Estados Unidos)”, afirmó Trump, quien reiteró su propuesta de imponer impuestos a las compañías que se trasladen desde Estados Unidos a otros países y luego pretendan vender sus productos en territorio estadounidense.
Razón por la cual reiteró su rechazo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, o NAFTA en inglés), que consideró el “peor tratado que posiblemente se ha firmado nunca” y “la peor cosa” para la industria manufacturera de Estados Unidos.
Armas y ley
La candidata culpó a las armas de la violencia que golpea a la comunidad afroamericana mientras que su rival, Donald Trump, pidió “ley y orden” para acabar con la tensión racial entre los negros y la Policía.
“Hay dos palabras que la secretaria Clinton no quiere usar, que son ley y orden”, resaltó Trump, quien consideró que la Policía “tiene miedo de hacer cualquier cosa” y, por ello, se han multiplicado los tiroteos en ciudades como Chicago (Illinois).
Frente a ello, Clinton ofreció tres recetas contra las tensiones raciales: restablecer la confianza entre la Policía y las comunidades negras, entrenar a los agentes y atajar la “epidemia” de la violencia armada, que se cobra de manera desproporcionada las vidas de varones afroamericanos.
Terrorismo
Clinton defendió a la comunidad musulmana “dentro y fuera” de Estados Unidos como un aliado clave para combatir el terrorismo dentro del país.
“Donald ha insultado constantemente a los musulmanes aquí y en el exterior. (…) Y ellos nos pueden dar una información que nadie más podría”, aseguró.
Trump hizo un llamamiento a prohibir temporalmente la entrada al país de todos los musulmanes por el “odio” que, según sostiene, sienten hacia los estadounidenses al calor de las repercusiones por la matanza en San Bernardino (California), que causó 14 muertos y una veintena de heridos y fue perpetrada por un estadounidense hijo de paquistaníes y su esposa de origen paquistaní.
Preguntados por cómo acabar con el terrorismo interno, Clinton insistió en la importancia de las labores de inteligencia y se enzarzó en una defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a quien Trump también ha restado importancia en el tablero internacional.
“No podemos proteger países alrededor de todo el mundo si no nos pagan”, reiteró una y otra vez el magnate inmobiliario.
El representante republicano aclaró que nunca apoyó la invasión de Irak y acusó a la prensa “dominante” de inventárselo.
Dijo que Obama debió dejar una fuerza de “10.000 soldados o más” para mantener la estabilidad en el país y proteger, por ejemplo, la infraestructura petrolífera, cuya explotación ha llenado las arcas de los yihadistas.
Clinton le recordó al magnate neoyorquino que la salida de tropas fue producto de un acuerdo suscrito entre el expresidente de EE.UU. George W. Bush y el Gobierno de Irak, con el que Obama no tuvo nada que ver.
Trump también dijo que Bush nunca debió haber intervenido para derrocar al dictador iraquí Saddam Hussein.
“Donald apoyó la guerra de Irak”, respondió Clinton, a lo que Trump interrumpió repetidamente con un “erróneo, erróneo, erróneo”.
En ese momento, el moderador del debate de la cadena televisiva NBC, Lester Holt, recordó que en 2002, antes del inicio de la guerra, Trump mostró su apoyo a la guerra en una entrevista.
El magnate respondió que eso es un “sinsentido” inventado por “la prensa dominante”.
Próximos debates
El siguiente cara a cara será el 9 de octubre en la Universidad Washington, en San Luis, Misuri, y estará moderado por el presentador Anderson Cooper, de CNN, y la corresponsal jefe para política exterior de la cadena ABC, Martha Raddatz.
El debate en San Luis incluirá preguntas de ciudadanos que participarán en el evento.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE