La ola de calor de esta semana en Japón tiene a los ciudadanos sumamente preocupados por sus consecuencias en la salud, así lo anunciaron diversos medios locales, y los cuales aseguraron que al menos 30 personas han fallecido y otros miles han buscado tratamiento hospitalario.
En las últimas dos semanas, las temperaturas en el centro de Japón han llegado a más de 40 grados centígrados. Los médicos han recomendado a la población mantenerse hidratados para evitar ser devastados por la ola de calor en esta instancia del año.
Rescatistas en Tokio respondieron a más de 3.000 llamadas de emergencia el miércoles mientras la ola de calor atenazaba a Japón. Un total de 317 personas fueron llevadas a los hospitales de la capital. El número de llamadas a emergencias rompió la marca previa de 2.900, impuesta el día anterior.
Por otro lado, una de las preocupaciones de los ciudadanos y autoridades de dicho país es la cita olímpica del 2020 que se disputará entre el 24 de julio y el 9 de agosto. En ese tiempo, las temperaturas en el centro de Tokio exceden los 35 grados.
Expertos han advertido que el riesgo de golpes de calor en Tokio se ha incrementado en años recientes, mientras se espera que las justas se lleven a cabo en condiciones cuando las actividades deportivas deberían suspenderse normalmente.
“Si esto es lo que va ser para las olimpiadas, será peligroso”, dijo el oficinista Akira Nishino mientras se secaba el sudor de la frente el viernes cerca del Palacio Imperial. La Agencia Meteorológica de Japón advirtió de temperaturas extremadamente altas.
En 1964, en Tokio se realizaron los Juegos Olímpicos en octubre, principalmente para evitar el calor abrasador. Pero eso fue antes que el certamen se convirtiera en un negocio gigantesco y los contratos de televisión determinaran los calendarios.
Finalmente, por lo pronto, las autoridades auxilian a los ciudadanos y constantemente recomiendan los exhaustivos cuidados para evitar cualquier tipo de riesgo en la salud. Un problema que viene siendo prevenido desde hace un tiempo por los encargados de preservar la salud en Japón.
Fuente: AFP