El presidente Donald Trump, puso en vigencia nuevas sanciones a los sectores energético, financiero y naviero de Irán.
Estas sanciones congelan cualquier activo que aquellos afectados tengan en jurisdicciones de Estados Unidos y prohíben que los estadounidenses hagan negocios con ellos. Asimismo, se verán afectadas las compañías que no sean iraníes pero que hagan negocios con empresas y funcionarios del país.
Según informaciones del departamento del Tesoro, más de 700 iraníes e individuos vinculados con personas de Irán, organismos, aeronaves y embarcaciones fueron penalizados por dichas sanciones, entre ellas dos entidades venezolanas: el Banco Internacional de Desarrollo, que actúa como subsidiaria del EDBI, y el Banco Binacional Irán-Venezuela, destinado a desarrollar los lazos económicos entre los dos países.
En total, incluyendo las restricciones de hoy, Washington ha impuesto más de 900 sanciones en los dos años de Gobierno de Trump, lo que supone “el nivel más alto de presión económica” que el país ha impuesto jamás sobre Teherán.