Estados Unidos lanzó una campaña para disuadir a las compañías de telecomunicaciones en países aliados de usar equipos hechos por el gigante chino Huawei, citando la posibilidad que Beijing pueda tener acceso a información sensible.
Huawei, ha sido objeto de preocupación en algunos países, incluyendo Estados Unidos y Australia, por sus supuestos lazos estrechos con Beijing. Sin embargo, la compañía ha negado reiteradamente estar ligada a los servicios de inteligencia chinos.
Esta campaña se lanzó en países aliados donde los equipos de Huawei tienen un amplio uso, como Alemania, Italia y Japón. Como parte de ella, Estados Unidos también se ofreció a destinar más ayuda financiera para la industria de telecomunicaciones en países que eviten usar equipos chinos.