Estados Unidos es un país de grandes contradicciones. No es un secreto para nadie, pero las recientes medidas gubernamentales ponen en relieve aún más dicha afirmación.
Por un lado, se acaba de firmar una orden ejecutiva que torna más difícil a los extranjeros con alta formación académica y técnica acceder a la visa H-1B, supuestamente con el propósito de favorecer a los estadounidenses a incorporarse en el campo laboral, pero por otra parte se recortan presupuestos para las universidades, lo que supondría una disminución en la matrícula estudiantil y, en consecuencia, menos ciudadanos de este país con alta formación académica.
Ambas realidades están reflejadas en esta edición Nº 174: mientras el presidente Trump dificulta aún más la entrada a profesionales extranjeros a través de la visa H-1B, el Senado de Texas estudia la posibilidad de recortar $ 330 millones para las universidades para este bienio, siendo ésta una tendencia en buena parte del país.
Menos estadounidenses preparados académicamente… menos extranjeros con preparación académica… ¿y quiénes atenderán las necesidades de nuestras empresas que exigen profesionales calificados?
Mientras esta contradicción sucede, Canadá, China, Japón, la Unión Europea, Australia, entre otras latitudes, se consolidan como grandes atractivos para la mano de obra especializada. ¿Hacia dónde vamos con tanto “proteccionismo”? ¿Realmente nos beneficia?
EV Houston
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