Según informan medios locales la víctima confirmó que estuvo encerrada en su casa ubicada en el municipio de Mogi das Cruzes, en la región metropolitana de Sao Paulo, sin tener ningún tipo de contacto.
La joven pasó hambre y sufrió castigos físico que se ven completamente reflejados en deformidades, como una de sus orejas, presuntamente destrozada por un navajazo.
El relato de la chica explica que el comportamiento de su padre vino tras el fallecimiento de su madre en el 2006, dos años antes de que impidiera a su hija ir a la escuela, cuando apenas tenía 12 años.
El padre, un trabajador de seguridad de 46 años, confesó el secuestro de su hija y lo adujo a que de esa manera evitaba que mantuviera relaciones sexuales con hombres desconocidos, detalla “O’Globo”.
La Policía acudió al domicilio, donde la víctima se encontraba en un cuarto sin iluminación y en condiciones insalubres, con todas las puertas bloqueadas.
Los relatos apuntan a que la joven se encontraba en un estado de confusión, sin entender lo que ocurría.
La Secretaría Municipal de Asistencia Social informó que “tomará todas las medidas de protección para la víctima”.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: globo.com