Se trata de un diamante virgen que es el más grande de cuatro décadas. El mismo fue hallado en la provincia de Kono, por un pastor protestante, Emmanuel Momoh, buscador ocasional de diamantes, y quien por medio de un jefe tribal le presentaron el miércoles al jefe de Estado, Ernest Bai Koroma, la piedra preciosa de 706 quilates.
“El presidente Koroma agradeció al jefe y a los suyos de no haber vendido el diamante mediante contrabando fuera del país”, reseña el texto del comunicado de la presidencia, en el cual también se asegura que “el proceso de comercialización será transparente”.
Recordemos que el tema de los diamantes en Sierra Leona es controversial, ya que las piedras preciosas de esas tierras sirvieron para financiar conflictos en África, como en Angola o Sierra Leona, y el cual desembocó en el 2000 el régimen de certificación de las piedras, llamado “Kimberley”, apoyado por la ONU y reagrupando a 75 países.
El régimen de Kimberley enumera las condiciones a cumplir por un país para que sus diamantes puedan ser exportados legalmente. Por lo que el diamante encontrado en Kono, una vez que haya sido certificado por expertos y se estime su valor, será uno de los más grandes que se haya registrado.
Recordemos que en el año 2015 se extrajo de la mina de Karowe en Bostwana el diamante más grande hallado en un siglo, de 1.111 quilates.
El diamante más grande del mundo es el Cullinan, de 3.106 quilates, hallado en Sudáfrica en 1905.
Este diamante fue fraccionado en varias piedras enormes, y las principales de ellas adornan el cetro real británico y la corona imperial, que forman parte de las joyas de la Corona Británica.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: Imagen tomada por David Levene para el Guardián.