Dos padres de Tacoma, Washington, se enfrentan a dos décadas a prisión por presuntamente inyectar heroína a sus tres pequeños. Los padres suministraban la sustancia a los niños y les aseguraban que era “medicina para sentirse bien”.
Según los documentos de la corte Ashlee Hutt, de 24 años, y Mac Lery McIver, de 25 años, se enfrentan a tres cargos criminales de entrega ilegal de una sustancia controlada a un menor, maltrato y agresión criminal a un niño.
Se debe destacar que Servicios de Menores (CPS) investigó el caso desde mayo 2015 cuando se reportó el supuesto maltrato de Hutt y McIver a su hijo de 6 años y a sus dos hermanas menores, de 2 y 4 años.
Las autoridades decidieron sacar a los menores del “abuso y negligencia”. Los pequeños tenían marcas, cortes y moretones en los brazos. Las magulladuras parecían haber sido causadas por inyecciones, dijo la fiscal adjunta del condado de Pierce, Erica Eggerstein.
Dos meses después de que Servicios de Menores colocara a los niños bajo custodia protectora, los funcionarios analizaron los folículos pilosos de los niños, según Eggerstein.
El niño mayor no mostró rastros de drogas en su sistema y la niña de 4 años tenía una pequeña cantidad de heroína en su sistema, mientras que la más joven resultó positiva para la heroína.
Cuando las autoridades entrevistaron a los padres, dijeron que otros adultos podrían ser responsables de inyectar a los niños.
McIver, el padre, les dijo después a las autoridades que “creía que la niñera podría ser responsable”.
Se podría demorar hasta 10 meses para que los fiscales presenten cargos.
La policía arrestó a McIver en septiembre pasado y tomaron a Hutt bajo custodia, pero sólo después de que un juez emitió una orden judicial de detención cuando la madre no llegó a una cita en la corte.
El juez estableció una fianza de 100.000 dólares para Hutt y McIver, de acuerdo con los registros. Ambos permanecen bajo custodia.
El juicio con jurado de la madre está programado para el 20 de diciembre y el del padre tiene una fecha de corte para el 16 de febrero de 2017.
El juez, citando una “amenaza grave e inminente” para los niños, también emitió una orden de restricción que prohibía a ambos padres contactar a sus hijos o estar a menos de 300 metros de sus residencias, escuelas o lugares de trabajo futuros.
“Están en hogares de paso y están bien”, dijo el portavoz del Departamento del Alguacil del Condado de Pierce, el detective Ed Troyer, a la afiliada de CNN, KIRO
Con información de CNN en Español
Maholy Leal Medina/EV Houston / Foto: Referencial