La ventaja de 2-0 y llegar a su campo del Rogers Centre de Toronto da a los Azulejos el derecho a tener la confianza suficiente de sentirse cerca de la Serie de Campeonato del Joven Circuito.
Pero a la vez también son conscientes que les falta conseguir el triunfo decisivo que les asegure el pase, algo que esperan conseguir el domingo con el abridor hispano Aaron Sánchez en el montículo.
El derecho de 24 años, que ha ido a más a medida que a transcurrido la temporada regular, y que al principio fue proyectado para ser relevista, ha sorprendido a todos con la labor realizada y ahora tendrá la gran oportunidad de abrir en un partido que puede ser decisivo para su equipo.
“Todos estábamos de acuerdo de que iba a acabar en el bullpen”, declaró el piloto de los Azulejos John Gibbons a los periodistas en la jornada previa a la disputa del tercer partido.
Pero ese plan quedó descartado cuando Sánchez lanzó como un as, fue convocado al Juego de Estrellas y lideró la Liga Americana con una efectividad de 3.00 ante la sorpresa de todos, incluidos los que más esperaban de su rendimiento.
“Ahí llegamos a la conclusión que era una locura sacarlo de esa función”, indicó Gibbons. “Ha sido uno de los mejores de las mayores”.
Aunque los Azulejos regularon las apariciones de Sánchez, con días adicionales de descanso en los últimos dos meses, inclusive con una asignación de 10 en las menores para mantenerlo en forma.
Toronto también adquirió al zurdo Francisco Liriano en la fecha límite de traspasos y por un breve periodo recurrió a una rotación de seis lanzadores.
Sánchez no se irritó tanto con el descanso extra como con los 10 días que estuvo en Clase A.
“Sabía que formaba parte de un equipo importante que además estábamos en medio de algo especial y quería ser parte de ello”, afirmó Sánchez. “Es una bendición tener la oportunidad de lanzar en un partido de las características de siempre generan los playoffs”.
Su última apertura fue en el último día de la campaña regular, permitiendo una carrera en siete entradas para la victoria que aseguró que Toronto fuera local en el juego de comodines de la Liga Americana, que ganaron a los Orioles de Baltimore.
Sánchez cumplió una salida contra los Vigilantes este año, y no fue de las mejores. Cedió seis carreras, igualando su peor marca de la campaña, y siete imparables en seis entradas y dos tercios de trabajo en el partido que su equipo perdió por 7-6 el pasado 15 de mayo.
Ese fue el día de la pelea colectiva protagonizada por el segunda base venezolano Rougned Odor, de los Vigilantes, y el toletero dominicano de los Azulejos, José Bautista, incidente que se produjo luego que Sánchez ya había salido del partido.
Ahora con los Vigilantes al borde de la eliminación tras perder los primeros dos partidos de locales, Sánchez representa un mayor reto.
El torpedero de los Vigilantes, el venezolano Elvis Andrus, destacó que la clave para superar el partido no será otra que la agresividad en el plato.
“Es un pitcher de rectas y sabemos que saldrá a imponer su autoridad desde el inicio”, valoró Andrus. “No hay que permitirle que se sienta cómodo, de lo contrario tendremos problemas”.
El derecho Colby Lewis, con marca de 4-1 y efectividad de 2.38 en nueve aperturas de postemporada, abrirá por los Vigilantes, a los que sólo les vale la victoria.
El equipo de Texas no ha sido barrido en los playoffs desde derrotas seguidas en series divisionales ante los Yanquis de Nueva York en 1998 y 1999.
Remontándose a 2015, los Vigilantes han perdido cinco juegos seguidos de la fase final contra Toronto.
“Este equipo no ha caído presa del pánico”, advirtió el piloto de los Vigilantes, Jeff Banister, que recordó que su equipo concluyó la temporada regular con la mejor marca de la Liga Americana.
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