Este miércoles renunció Rob Porter, el secretario de personal de la Casa Blanca, luego que sus dos ex esposas lo acusaran de violencia doméstica.
Porter dijo en un comunicado por escrito que las acusaciones publicadas esta semana son “escandalosas” y “simplemente falsas”
Porter añadió que las fotografías publicadas de sus ex esposas -en las que una parece tener un ojo morado- se “dieron a los medios hace casi 15 años y la realidad tras ellas ni siquiera se acerca a lo que se está describiendo”.
En su comunicado, añadió que no seguiría peleando en público “una campaña coordinada de desprestigio” y que dejaría la Casa Blanca tras un periodo de transición.
Las ex mujeres de Porter describieron abusos físicos, verbales y emocionales durante sus respectivos matrimonios.
La esposa de Porter, Colbie Holderness, dijo al DailyMail.com que su ex pareja la estranguló y pegó puñetazos durante los cinco años que estuvieron casados.
Los artículos publicados por el diario británico incluían imágenes de Holderness con un ojo magullado, que según dijo le había causado Porter tras pegarle un puñetazo en el rostro durante unas vacaciones en Italia
La segunda esposa de Porter, Jennifer Willoughby, también describió para dailyMail.com cómo Porter la arrastró una vez desnuda y mojada desde la ducha para gritarle. Ella pidió una orden de alejamiento.
Holderness y Willoughby no han hecho comentarios luego de la publicación en el medio británico.
Porter, de 40 años, ha trabajado con el jefe de despacho de la Casa Blanca John Kelly para controlar el flujo de información al presidente.
Había ganado influencia en los últimos meses y se le ha visto a menudo con Trump durante viajes del presidente y cuando el mandatario firmaba proclamaciones o leyes.
Ayudó a elaborar el bien recibido discurso sobre el Estado de la Unión y se le ha reconocido a nivel interno ayudar a reducir diferencias en una Casa Blanca marcada por las rivalidades, así como su asistencia para aprobar leyes de forma más eficiente
Porter, apreciado en la Casa Blanca, perdió apoyos internos cuando se publicaron las fotos. Pero incluso entonces, Kelly le instó a quedarse, según un funcionario de la Casa Blanca que habló bajo condición de anonimato para comentar discusiones internas.
El miércoles por la noche, Kelly publicó un comunicado indicando que “nuevas acusaciones” le habían hecho cambiar de opinión y que “en nuestra sociedad no hay lugar para la violencia doméstica”. No estaba claro a qué nuevas acusaciones se refería
Agencias / Foto: referencial