A Battaglia, de 62 años, lo declararon muerto a las 21:40 hora local tras recibir una inyección letal en la prisión de Huntsville, así lo dio a conocer el Departamento de Justicia Criminal de Texas.
Mary Faith y Liberty, de 9 y 6 años, fueron asesinada el 2 de mayo del 2001 durante una visita concertada en la casa de Battaglia, en Dallas.
Battaglia se había enterado de que su ex mujer, Mary Jean Pearle, lo había denunciado por amenazas, lo que equivalía a la violación de su libertad condicional por lo que podía volver a la cárcel.
Él había sido condenado en 1999 por agredir a Pearle durante la Navidad, pero salió en libertad condicional bajo el compromiso de no hablar, ni amenazar, ni acosar a la mujer ni a las pequeñas.
Sin embargo, Battaglia violó esas condiciones e hizo una llamada a su ex esposa y por lo que ella lo denunció por amenaza.
Aquel 2 de mayo, Battaglia recogió a sus hijas en un parque de Dallas en el que Pearle las había dejado para la visita y se las llevó a su casa. Minutos después, llamó a Pearle e hizo que Mary Faith, la mayor, le preguntara: “Mami, ¿por qué quieres que papi vaya a la cárcel?”.Fue entonces cuando Battaglia las mató. Pearle escuchó todo desde su teléfono.
Cuando las autoridades locales llegaron encontraron los cadáveres, pero lo detuvieron horas más tarde en un salón de tatuajes, después de que se grabara dos rosas en el brazo simbolizando a su hijas.
El jurado que condenó a muerte a Battaglia en abril de 2002 tardó menos de 20 minutos en deliberar y alcanzar el veredicto.
Texas quiso ejecutar a Battaglia por primera vez en 2016, pero sus abogados lograron retrasar el desenlace durante dos años alegando que su cliente no era mentalmente apto para recibir una inyección letal.
La de Battaglia fue la segunda ejecución de la semana en Estados Unidos y la tercera del año, todas ellas llevadas a cabo en el estado de Texas.
Iveth Villalobos / EV Houston Newspaper / Foto: Difusión