Un grupo de migrantes centroamericanos intentó cruzar a Estados Unidos por la zona que divide Tijuana con San Diego, luego de romper un cerco de la Policía mexicana que impedía su paso.
Dicha situación dio lugar durante una manifestación de al menos 1.000 centroamericanos en el puente fronterizo que en Tijuana separa a México de Estados Unidos, donde los migrantes alegaban desesperación ya que aseguran que podrían pasar meses para cruzar la frontera y poder solicitar refugio.
500 de ellos se lanzaron sin éxito e incluso algunos migrantes recibieron gases lacrimógenos para ser detenidos de intentar subir por el muro fronterizo, puesto que el mandatario estadounidense había ordenado usar fuerza letal sobre aquellos que intenten cruzar de manera ilegal.
Ante el repliegue de inmigrantes, el servicio de aduanas de Estados Unidos cerró el tráfico de vehículos y de personas a través San Ysidro, la vía más amplia de la frontera que divide a Tijuana con San Diego.