El Arzobispo de Canadá, Leonardo Marin Saavedra, ofreció a la caravana de migrantes la posibilidad de ser aceptados en aquel país si se dan las condiciones que exige el Gobierno canadiense.
Según Saavedra, esta iniciativa surgió luego de una llamada por parte de un grupo de personas de San Francisco, quiénes le aseguraron que él era la persona indicada para hablar con el Gobierno de Canadá y hacer posible un traslado de migrantes hacia Canadá.
Asimismo señaló que este traslado podía ser posible por medio de la creación de un puente aéreo México-Canadá, un traslado en barco hasta Vancouver o una solicitud de permiso a Estados Unidos para pasar vía terrestre en autobuses.
Concluyó pidiéndole a los migrantes no desanimarse y ser respetuosos con el país que les ofrece hospedaje, no hacer caso a expresiones de discriminación o a conductas y expresiones negativas.